Una alimentación correcta, variada y completa, una dieta equilibrada, permite por un lado que nuestro cuerpo funcione con normalidad (que cubra nuestras necesidades biológicas básicas -necesitamos comer para poder vivir) y por otro, previene o al menos reduce el riesgo de padecer ciertas alteraciones o enfermedades a corto y largo plazo. Basta con recordar el impacto que tienen en nuestra sociedad las llamadas «enfermedades de la civilización». Hipertensión, obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares, trastornos de la conducta alimentaria e incluso ciertos tipos de cáncer se relacionan con una alimentación desequilibrada. No es, normalmente, una relación directa de causa-efecto, pero sí supone uno de los factores que contribuye a aumentar el riesgo de aparición y desarrollo de dichas enfermedades.
Es por esto, que el equipo CreaVi del colegio, coordinó una charla con la nutricionista del CESFAM de la comuna, señorita Maite Molina, quien trató desde diversos ángulos esta problemática. Nos alegramos de la participación de todos los funcionarios, quien recibieron la información con mucha motivación.